La Enseñanza Iniciática Enseña a trascender a los paradigmas imperantes de ciencia, política, economía y religión. Esa trascendencia incluye también usarlos. Por ejemplo, no depender de la ciencia no significa que no puedas utilizar sus creaciones en caso de que sí te convengan para tu resultado. De hecho, la Escuela aprovecha medios tecnológicos, y hasta está registrado que por la Escuela se han creado avances que para la ciencia normal eran imposibles, como tener una plataforma propia de comunicación donde realizar las reuniones con las condiciones que queremos.
También es cierto que si yo permito que los límites de la tecnología dicten sobre mí, entonces no es que yo esté utilizando al paradigma, sino que el paradigma me utiliza a mí. Entra dentro de mi responsabilidad crear las condiciones propicias para las reuniones de Escuela que digo querer. Si por el motivo que sea el sistema falla y yo no me leo en eso, ni doy los pasos con los que protegerme a mí y a la Escuela ante las limitaciones de la ciencia, entonces es un problema en mí.
Precisamente, muchas veces han fallado los sistemas tecnológicos que la Escuela contrata, porque las personas que crearon dichos sistemas no han cumplido su palabra. Yo me comprometí a ayudar a solucionar esa situación (lo cual no pasa por cambiar a los creadores del sistema), pero luego o no doy los pasos que tengo que dar, o quedo a medias, dependiendo de que sea JL quien dé las soluciones.
Solamente mientras yo me implique en dar mi respuesta ante las limitaciones del paradigma científico, lo cual incluye asegurar que las reuniones tengan las condiciones propicias para realizarse también en cuanto a recursos técnicos, yo seré yo. Si no cumplo mi palabra, soy tan solo un pelele movido por los hilos del paradigma imperante.
Ramsés Cabrera