Mi resultado es hacia integrar vida familiar y vida laboral.

Desde la Enseñante en mí quiero transmitir la Enseñanza a mujeres madres y trabajadoras que quieren Ordenar su vida desde Enseñanza.

En los siguientes post quiero transmitir mi recorrido en dirección a mi resultado.

Primero ¿Porqué este resultado? ¿Qué me falta que me falta integrar vida familiar y vida laboral?

Cuando nació mi hijo automáticamente arme dos polos que hasta ese momento yo tenía indiferenciados: familia y trabajo. Estos dos polos abarcaban en sí mismos más y más polos: dentro–fuera, movimiento–quietud, crecimiento–estancamiento, interesante–aburrido….

Lo había planeado durante meses. Decidí dedicarme a la crianza, interesarme en la casa, ser una mama que disfruta de acompañar a su hijo… ja! No se me pasó por la cabeza que con la entrada de mi hijo en casa, yo iba a tener el imperioso impulso de salir corriendo.

Miraba desde afuera una escena que no entendía. No entendía al niño. No entendía los utensilios para el cuidado. No entendía la casa. Había cosas tiradas por el suelo y yo saltaba por encima. Cada vez había más cosas tiradas y yo saltaba por encima. Y la cuestión es que en casa estábamos sólo mi hijo y yo, y mi hijo recién nacido no se dedicaba a vaciar armarios. Todo ese caos lo generaba yo en un extraño estado de amnesia intermitente. Salía de casa, entraba en el coche, y volvía a ser “yo”.

Nada de lo que habíamos planeado funcionaba. Mi compañero no producía dinero y yo no producía leche.

Comencé a “ vivir” como una pelota de pin pon entre dos paletas que se llamaban deuda y culpa. Si salía de casa entraba en el terreno de juego de la culpa y la casa era el campo de la deuda.

Mi compañero y yo hablábamos más que nunca. Horas y horas. Eso sí, el tema era uno: la comida. Yo plantaba la teta y trataba de producir alimento, calor, amor, nutrición… esas cosas que pensaba que producía una madre. Mi compañero estaba en la retaguardia armado con el biberón en mano.

Hoy veo las fotos de mi hijo de cuando era un bebé y veo sus brazos redonditos, su papito regordito… En aquel tiempo lo veía delgadito, escualido, poquita cosa, víctima de la desnutrición… un pobre niño nacidoantesdetiempoporculpademidescuidoyahoradesnutridopormifaltadeleche.

 

La Enseñanza fue el Hilo con el que me Até a la cordura. Cada noche cogía mi cuaderno y escribía mi frase, escuchaba mis dichos y desocultaba lo que me hacía obstáculo en mi vida. Gota a Gota. Paso a Paso. Caminé y crecí gracias a la Enseñanza. El libro de Jose Luis Parise “El Viaje Iniciático” fue la Mejor Medicina. Me Enseñó a hacer valer mi lugar y comprendí que mi Viaje Iniciaba Ahí. En ese lugar del que quería escapar.

Recibí cada reunión como agua de mayo y cada aporte fue el mejor nutriente para Mi.

Descubrí frases que parecían insignificantes y que manejaban mis actos. Frases de las que habían chupado mis células y que se activaron cuando entró mi hijo en escena. Frases como: mamá está en el trabajo.