Muy Considerado Lector
Tal como venía compartiendo en la anterior publicación, durante mi viaje al mundial de clubes, aunque reconocí muchas casualidades a favor de mi resultado, como por ejemplo, el clima asombrosamente aliado para que cada juego se realizara sin interferir mis compromisos con las Actividades de la Escuela, en mi cabeza rondaba todo el tiempo que a través de este viaje tendría que crecer y afirmar con conmensurables claros, con que fui más allá de lo que el yo me vende, de lo contrario sería un mundial más, absolutamente objeto de lo que el paradigma en el deporte determina, en donde lo único que importa es la cosa que logras, llámese medalla, trofeo, valorizaciones por tus habilidades, pero respecto a que importe cuánto creces, es algo que lamentablemente ni se considera.
Mientras jugaba cada partido, literalmente veía pasar cuestiones que en lo cotidiano también me rearma el yo. Y en vez de pelear contra el afuera, quejarme o algo similar, más me enfocaba en ponerle no a alejarme, a la desimplicación, a abandonar otras responsabilidades…es decir; mientras más conectaba con lo sutil, mejor mi desempeño en la cancha, mi alegría, mi energía!
Luego de ganar todos los partidos, se llegó el día de la final. Sabía que todo lo no resuelto del mundial anterior, se podría rearmar en este. Y venía muy al acecho de cada detalle…Comienza el juego y aunque al inicio todo parecía color de rosa, vi que me distraje con los goles, las buenas jugadas, literalmente me embelesé con cosas por vía de lo que si, cuestión que se me juega continuamente en las demás áreas de la vida. Detecté que me alejaba de mi Adónde… y hacia el cierre de la final, comienza el caos, por una vía inesperada para el yo.
Reconocí que me enlazaba en la falta en el otro, pues comencé a cometer los mismos o peores errores que el otro…a no ver la falla en mi…fue un momento de mucho caos, angustia. El otro equipo estaba remontando, y lo más sorprendente es que no me angustiaba perder la final, lo que me angustiaba era alejarme de la oportunidad que me implicaba Crecimiento...
En segundos y entre puntos, mi descanso era ordenar el caos, bloquear en que me fallaba a mi misma y aferrarme a mis Adóndes de Guerrero, y precisamente mientras todo eso pasaba por mi cabeza, se llega el punto decisivo, una compañera sale por lesión…y mientras el entrenador piensa en quien ingresa, en ese momento una jugadora de las que está dentro del campo grita mi nombre, ahí reconfirmo que la situación me mostraba que ante el crecimiento, alguien se va, alguien cuestiona…así que no sería yo quien no se enteraría del crecimiento, pues puntos previos había cometido errores que intentaban frustrarme y hacer que perdiera mi confianza… entonces; segundos después le dije al entrenador, “estoy lista profe”!!! e ingresé a la cancha.
Con el corazón a mil revoluciones, porque se trataba del “gol de oro”, es decir; quien hiciera el último gol, seria el Campeón Mundial, así que mientras corría, sólo pensaba en Peirce, haciendo operatorias en mi cabeza, y yendo más allá de lo anecdótico, entre angustias y pruebas que me hicieron afirmar mi seguridad, mi confianza…Ganamos!!!
Le ganamos a estados unidos quien por 18 años había sido el campeón mundial. También logramos estar en los primeros lugares por el excelente Espíritu Juego, es una valorización que se da a los equipos que tienen mejor juego limpio!!!
Uno de los momentos más especiales, fue la celebración, porque cada quien hablaba de lo atravesado, en lo particular de lo que realmente pasaba por mi cabeza, de la oportunidad de tumbar cada imaginario del yo, de enterarme del crecimiento y en vez de alejarme, permanecer, Gracias a aferrarme al Método, a lo que la Escuela me Enseña cada día!
Muchas Gracias considerado Lector!
Alejandra Torres