Muy Considerado Lector
Gracias a lo que recorro en la Escuela E.D.I.P.O. comprendí que cada escenario en la vida es un campo de entrenamiento para ir más allá de los límites que me arma el yo.
Hace poco, desaproveché la oportunidad de involucrarme en la 2da etapa de un proyecto en la Escuela. Al inicio me hice creer que no era posible abarcar más responsabilidades, ya que estaba de gira jugando la liga profesional y la exigencia física y mental es "muy alta".
Ante tal oportunidad, lo que hice fue desimplicarme, sin considerar que por vía de la indiferencia, satisfacía la demanda del yo "alejándome del crecimiento"...
Gracias a lo que Compañeros de la Escuela me señalaron, reconocí que armaba nuevamente la infección. También noté que por la angustia que esto me detonó, lo que hice fue paralizarme.
Considerar lo que me Brinda la Escuela, me movilizó a ponerle no a cada justificación por la que imaginaba que no era posible, y en vez de quejarme por las ocupaciones, organicé las agendas de cada día, integré funciones con lo que además le gané tiempo al tiempo y de cada actividad comencé a hacer lo que suelo no considerar…
En menos de una semana, sucedió algo impactante...
En diciembre había enviado los documentos para un Proyecto de La Escuela muy importante. Y aunque me comuniqué en varias ocasiones, no recibí respuesta.
Sin embargo, con la intención de bloquear todo lo que fuese alejarme de las responsabilidades, reevalué mi plan y cierto día, con la intención de no frenarme ante la no respuesta por parte de la institución, ingresé a la web para enterarme de cuestiones en las que usualmente no me intereso y con lo primero que me encuentro es que el Proyecto fue elegido ganador!!!
Además de la emoción, inmediatamente comprendí que había realizado cuestiones que me exigen ir más allá del yo y que lo que realmente hice fue movilizar lo Sutil, y este fue el motivo que trajo la Casualidad a favor!
Agradezco infinitamente a la Escuela E.D.I.P.O. por todo lo que me Enseña y muy especialmente por la exigencia a desocultar la falla, a ver hacia lo que no, a tumbar los imaginarios que me arma el yo y en vez de jugar a la deprimida ante la falla, usar la fuerza de la angustia para ir más allá de las comodidades del yo.
Muchas Gracias considerado Lector
Alejandra Torres