Hola!,
Para iniciar este mes de noviembre, pienso que es significativo hacer hoy esta novena entrada en la escritura de mi blog de Enseñante. Y no encuentro mejor historia que escribir, que esta historia que implica el pasado, presente y futuro.
Como sabrás por mis escritos anteriores, desde ya hace varios años que estoy queriendo Enseñar, y me he referido a las limitaciones que se me presentan al respecto. El pasaje de no depender de todo aquello que nos condiciona, es lo que en diferentes niveles La Enseñanza nos Exhorta a realizar.
Al inicio de la primavera, en mi séptimo escrito ubiqué respecto a soportar poner un nombre que propicie vida a mi actividad, decidir con la función del nombrar no depender de lo que me condiciona, implica la decisión de hacer antesala de Enseñanza de aquello que de lo contrario nos conduce inevitablemente a la frustración.
Entonces, dirigirme a que las letras de Iman me signifiquen integrar marcialidad y análisis ,y no solamente introducción a las artes marciales, es verdaderamente un gran desafío en muchos sentidos. Lo raro es que al nombrarlo el Universo se entera, y La Magia se Presenta. De repente, de aquella semilla de primavera surgieron más semillas para mi tierra, ya que por arte de Magia mi actividad de Karate pasó a tener 7 niños y niñas que traen no sólo nuevas aventuras a mi vida, sino también tener que exigirme un mayor grado de compromiso y responsabilidad para ponerme a la altura de Enseñar.
Con este escrito, quiero permitirme anotar que estoy comprobando por mí mismo en esta cuestión concreta que, efectivamente si ante lo necesario no ceso de escribirme, se me abre más Camino para Recorrer.
Gracias a cada lector que dedica su tiempo para leer estos escritos,
Atentamente,
Franco Agustin.