Hola a todos!!


Vengo haciendo entradas al blog y no he escrito post alguno respecto a con qué habito la mujer en mí. No es una cuestión menor que hasta ahora no haya mirado hacia ahí.


Lo que se me juega, y lo actúo en automático, es hacerme creer que con conductas considero a la mujer en mí. Y lo que vengo dejando afuera, a pura ocurrencia de mi yo, es mirar hacia mi relación a mi lugar de mujer. Desde lo sutil, mi relación hacia mi misma es desde la esforzada. Actúo hacerme creer que abarcando más cuestiones, ya integro las distintas facetas de mi vida, y por lo que no considero en lo sutil, lo que entramo afuera es más y más laburo, por lo que entonces me agoto, y no por eso avanzo en la integración.


La imagen de mujer instalada en mi psiquismo es la que no desea, la que está atenta a la demanda del otro para satisfacerla. Me encarné en una familia orientada hacia el paradigma religioso, donde lo que se valora es la mujer que agrada al otro, la que se borra hacia que el otro tenga todo el protagonismo.


Me maravilla el ejemplo de Marcela. Marcela expresa con su estilo diferencial, emana dulzura, delicadeza, elegancia!! Está Atenta a cada detalle, e integra su lugar de Mujer, Enseñante, Esposa, Madre, Aliada de Camino, Directora!! Woow!!


Desde que inicié a recorrer Enseñanza, me vengo viendo reflejada en los distintos casos de las Compañeras que en Supervisión, ubican respecto de habitar la mujer en ellas.


Respecto a mi relación conmigo misma, no es que integro los distintos ámbitos de mi vida. Hasta ahora vengo considerando la delicadeza, o los adornos en lo externo, o la sonrisa. Incluso vengo anotando en La Agenda de la Magia dónde y con qué me pongo del lado de recibir, ya que muchas veces reconozco lo valioso luego de que la situación ha pasado. Muchas veces es tal la ansiedad y el miedo a no estar a la altura que lo que hago es bloquearme a mí misma.


Decidí entonces entrar a la cuestión desde otro lugar: ¿con qué reconozco lo valioso? Hasta ahora me vengo enfocando en lo que hace a mi Resultado, para considerar eso en el lugar de lo valioso. Y con eso no integro las otras cuestiones de mi vida. En mi relación conmigo misma, me autocastigo, y las consecuencias que me ubico no toman la secuencia.


En cuanto a mi F1, decido la seguridad. Esto me exige vivekar, pues mi yo confunde la seguridad con la “sargentona”, y luego lo que hago es esconderme detrás de la sonrisa. Atravesar en mí la inseguridad, considerar la firmeza y la delicadeza a la vez en cada cuestión es lo que tengo que integrar en mí. Hasta ahora, lo que hago es tachar un polo. O voy al lugar de nenita, paralizándome por el miedo, o voy al lugar de sargentona, tratando de imponer mi criterio.


Me da mucha bronca cuando lo valioso está ante mí, y por mi desde donde fallido, no lo recibo. Reconozco lo valioso cuando eso que tengo delante me aporta cuestiones que hacen a mi Crecimiento.


Me exhorto a recibir lo valioso, y lo más valioso que tengo en mi vida, es lo que viene de JL y Marcela.

Deseo habitar la mujer la mujer en mí y eso tengo que dejarlo dicho en acto.


Gracias!