Muchas veces nuestro cuerpo nos habla de diferentes maneras que son representadas en un síntoma y están en búsqueda de alguien que lo escuche.

Hace más de 15 años de repente me surgió una pequeña protuberancia en el ombligo, lo cual era tan insignificante que ni siquiera codifiqué como algo maligno; simplemente lo vi como algo "extraño" y rápidamente descarté su importancia. Mucho después con el pasar del tiempo, es decir recientemente, mi hermano médico me hizo notar que se trataba de una "hernia umbilical" y que si no me había ocasionado algún dolor, quizás no era algo de lo cual preocuparse, pero que en todo caso era una cuestión a atender.

Gracias a cuestiones que recorremos en la Escuela; ante una situación inconveniente, no hace falta permitir que esta se identifique y solo atenderla cuando ya es urgente; y esto sumado a un arsenal de aportes que me ha brindado JL en contexto Analítico, me impulsó a tomar la decisión a hacer los correctivos del caso, sin esperar que esta cuestión creciera cada vez más o directamente detonara en algo grave.

El día que tomé tal decisión, se precipitaron casualidades inesperadas tanto en la agilidad del sistema médico para la atención, pues en cuestión de menos de 5 días, logré hacer este lunes pasado dicho tratamiento, el cual para sorpresa de los médicos, fue en tiempo récord y mis condiciones de recuperación aún más llamativas en comparación a lo que suele suceder en ese tipo de casos.

No obstante la Enseñanza me advierte que toda cuestión generada en lo denso, tiene su raíz en lo sutil; y si bien hoy he resuelto ese síntoma, me exige una atención voraz de eso que en lo sutil desencadenó tal situación y entonces dar los pasos para disolverlo, lo cual tiene también un mapa "Significante" en los sonidos de tal enfermedad y que gracias a recorrer actividades Analíticas en la Escuela; es que tengo la oportunidad de hablarlo en un nivel de profundidad mucho mayor... Hablarlo en Análisis; Hablarlo en Enseñanza.

Mauricio Moore Velásquez

*MAURIGA*