Hola a todos!!!
Al inicio del mes de febrero brindé la segunda parte de un taller de resolución de conflictos en un instituto de secundaria, a alumnos de edades entre los 14 y los 17 años.
Ohhh, brindar el taller ha sido para mí una experiencia única!! Aún cuando inicialmente lo que propuse es un taller de un día, la vice dirección del instituto decidió que lo brindara en dos partes, es decir, que tenía el doble de tiempo al respecto. Es una casualidad que entramé a favor, y decidí aprovecharla.
Durante los días previos a la segunda parte del taller la esfinge se presentó, ya que densifiqué un catarro y el yo me tiraba que me callara, que aplazara la segunda parte del taller porque mi voz no estaba a la altura. Me dí argumentos hacia responder al respecto ante la falla en mí de no interesarme en mi lugar. Había asumido el compromiso de brindar el taller en dos partes, y no era posible aplazar la segunda parte porque mi yo me tirara lo que se le cantó.
Incluso el mismo día de la segunda parte del taller, densifiqué que mi coche no arrancara, el yo trato de detenerme también por esa vía. Fue un borde para mí conducir el coche de mi compañero de vida, mucho más grande que el mío, y que por primera vez conducía a una distancia tan larga. Aún así, atravesé ese borde, cuestión que en otras ocasiones me permití justificarme hacia no conducir ese coche.
Llegué al instituto y …¡¡¡qué hermosura la expectación de los chicos!!! Encontré en ellos una receptividad preciosa, y varios me saludaron desde antes durante el recreo, y me preguntaron si iría además de ese día, en otra jornada siguiente para brindar más talleres.
En los primeros minutos de la segunda parte del taller, me encargué de realizar con los chicos un repaso de lo recorrido en la primera parte del taller, y me sorprendió que recordaban con mucha nitidez varias cuestiones clave de lo recorrido. Así, recordaron que nos peleamos por lo idéntico, nunca por lo diferente; y que nos unimos por lo similar.
En esa segunda parte concluía el taller, por lo que me correspondía llegar a donde decidí llegar, ya que el taller fue en el horario de una clase, por lo que en 50 minutos tenía que desarrollar lo que preparé al respecto, hacia explicar la Lossange.
Quise considerar que los chicos fueran protagonistas de lo que recorríamos, que experimentaran los distintos roles en los conflictos Así, en ejemplos de conflictos sobre cuestiones que se juegan a esas edades, tenían que hacer primero un rol y luego el rol de la otra persona. Encontré ese Por Donde hacia que comprobaran por ellos mismos que no es posible cambiar al otro.
Además puse en juego un vídeo, respecto a que comprendieran que lo que vemos cada quien de las situaciones está condicionado por lo que otro nos dice.
Varios profesores asistieron al taller, y fue un borde para mí considerarlos también a ellos en lo que exponía. Además, ellos harán una evaluación de los talleres realizados en el trimestre, en el que se incluye el taller que brindé, y a mí me interesa ganarme brindar más talleres también en ese instituto de secundaria.
Elegí uno de los conflictos que les propuse en la dinámica de las tarjetas para explicar el uso de la Lossange, y la magia que se detona al considerar que el conflicto se resuelve primero dentro de cada quien de nosotros.
Me corresponde darle continuidad a seguir brindando talleres en otros institutos, y ya armé un plan al respecto.
Gracias!!!