Pitagoras decía que el principio es la mitad del todo y Parice agrega que en estos tiempos de plasma, el principio es todo, lo que ponemos en los inicios lleva la semilla de lo que crecerá.

 

Inicia el 2021 luego de un año donde en la humanidad estuvo muy latente la muerte producto del virus covid19. este “nuevo” año trae la semilla del año anterior ya que todo lo no resuelto del año anterior lo llevamos al año siguiente por lo que el pronóstico para este año es aún más desalentador.

 

Es impresionante ver que cuanto más oscuridad hay en la humanidad, mas luminoso es lo que produce la Escuela E.D.I.P.O. gracias a que si atiende a los hilos ocultos que rigen la realidad y principalmente, porque tal como lo pide la Nueva Era,  La Enseñanza nos Enseña a conectarnos con lo Divino.

 

En lo que a mí respecta este inicio de año me dejé por fuera de la oportunidad de iniciar desde el mejor lugar: Junto a José Luis, Marcela y Los compañeros de la Escuela! no cumplí con mi palabra y no estuve donde digo querer estar.

 

Es muy grave que yo haya iniciado mi año habiendo desaprovechado la oportunidad de iniciarlo desde el lugar que más me enseña conectar con lo Divino. Y lo que me permití me muestra que tengo que estar hiper advertido de mis decisiones este año ya que la primera semilla que puse no la impregné de Divinidad.

 

Todas las cuestiones valiosas que pueda decir respecto de lo que si logré en el inicio de año son del agrado de mi yo, pero en eso no hay brotes que pueda conmensurar que sean de Divinidad.

 

Inicia un año con el desafío de lograr aferrarme a lo Divino y conectar con lo que mi yo no quiere conectar y para eso tengo que dar respuesta a que mi yo me decida lo que no entra en mi vida.