Seguro que a varios de ustedes les sucede algo que yo notaba en mí antes. Cuando yo me equivocaba en algo, enseguida me desinflaba como un globo y me retrotraía sobre mí mismo. Recuerdo veces donde directamente dejaba de hablar en el día entero por haber cometido una metedura de pata antes.
Mucha gente se escapa de situaciones así. Por el miedo a equivocarse, no van a la situación de riesgo; o si cometen un error, se cierran o huyen. Que ocurra antes o después es lo mismo, son dos variantes de lo mismo, no querer vérselas ante la falla.
Sin embargo, vérselas ante la falla en uno mismo no es el fin del mundo. De hecho, de todo el recorrido en Peirce, es uno de los cuatro cuadrantes, de hecho situado antes del punto medio del viaje. Sí, es cierto, si permites que el yo te atrape ahí, vas a hacer imposible realizar lo que quieres realizar… pero ese riesgo también está en todos los puntos del camino.
El problema es el ego, no la falla propiamente dicha. Va a surgir; si te diriges, tarde o temprano vas a fallar. Lo bueno es que el Método te enseña a usar esa fuerza para crecer tú mismo como persona. Aprendes cuáles son los mecanismos psíquicos por los que se activa esa falla, descubres por qué no te das cuenta de que la actúas, por qué no ves un problema en eso… qué pasos dar para rectificar, incluso de qué manera usar esa fuerza.
Esta misma semana, yo le había propuesto a un compañero mío en la Escuela que usáramos estos blogs para un entrenamiento que tenemos que realizar semana a semana. Sin embargo, después me olvidé de lo que propuse. Lo que actué forma parte de mi falla; dije que quiero hacer algo, y no lo hice. Ese olvido lo decidió mi yo, es fallido.
Ahora, eso no significa entonces: “uh, me equivoqué, bajo los brazos, vaya depre...”. Tengo la oportunidad de levantarme de nuevo, descubrir desde dónde actué el olvido, tomar los pasos para limpiarme de ese adonde del otro en toda mi vida -y no solamente donde me equivoqué-... E incluso lo puedo usar a favor.
Por ejemplo, ¿por qué actué el olvido precisamente ahí? No lo he detonado respecto a otras cuestiones. De hecho, me he dado cuenta de que generalmente olvido cosas cuando son importantes, acertadas, interesantes… Por tanto, al yo permitirme el olvido, a la vez mi yo me dio una pista. Tengo que continuar también con eso que propuse y darle continuidad, porque molestó tanto a mi yo, que me disparó su golpe fuerte. Ajá, donde parecía que querías tumbarme, en realidad me diste la mejor ayuda: ¡me indicaste dónde está el cofre del tesoro!
Aprender a usar Mapas con que develar todas estas cuestiones y llevármelas a mi vida forma parte del Recorrido que hacemos vez a vez en la Escuela. ¡Ojalá esta entrada les sirva para conectar también con esas mismas claves que nos Enseña la E.D.I.P.O.!