¡Hola!
Tal como les decía, ya muy cerca de encontrar la Enseñanza, hacia finales del 2011, empecé a preocuparme por algo que antes nunca me había interesado... y que, después supe, se trata de Algo de primordial importancia si queremos Considerar la Magia y la Iniciación en la Vida: Se trata del Nombre.
Empecé a sentirme preocupada por mi nombre, dicho mejor: lo que me preocupaba era mi falta de Nombre Propio...
Mi apellido: Díaz, me viene de mi padre...
Mi segundo apellido: Barreiro, este apellido me lo agregaron en México ya que aquí se usan 2 apellidos, pero no figura en mi Partida de Nacimiento original y me proviene de mi madre, o sea, no es mío.
Mi segundo nombre: Nélida, era el nombre de mi madre; cuando yo nací mi padre fue al Registro Civil a registrarme con la consigna de ponerme Graciela Anahí, pero le dijeron que Anahí, no era aceptado por ser un nombre indígena y que solamente se aceptaban nombres castellanos; entonces lo más rápido y práctico fue...ponerme Nélida, lo cual cuando regresó del Registro Civil...le ocasionó conflicto con mi madre.
¿Qué me quedaba entonces? Graciela.
Y me dije: Ese es mi único nombre, los demás no son míos!
Entonces decidí inventarme un nuevo apellido que integre los apellidos de mi padre y madre, pero que no sea ni uno ni otro, sino un apellido particular mío, y me inventé: Di Barrei. Pensé que iba a estar bien llamarme Graciela Di Barrei.
En lo que hice, hubo varias cosas que no consideré:
¿Por qué yo tenía que unir en mi nombre a mi padre y a mi madre?
Tampoco consideré que al inventar mi nuevo nombre, recorté ciertos Sonidos que significan cuestiones que yo sí quiero considerar en mi vida.
Agradezco muchísimo a la Enseñanza y JL Parise, porque en todo momento nos Enseña a considerar la importancia de los Sonidos y del Nombre con que nombramos a las personas y a las cosas, para crear Realidad Propia, tal como más adelante, en la práctica lo corroboré...
Graciela Díaz
Puerto Morelos, Q. Roo, México a 17 de Marzo 2021