Cuando nuestro Psiquismo está en la etapa de formación, desde que nacemos hasta aproximadamente los 7 años de vida, hay objetos pulsionales que se ponen en juego en la vida de cada persona.


En el escrito anterior me referí a que a mi me toca "ir más allá de mirar desde afuera las situaciones", y la mirada es uno de esos objetos pulsionales.


Ir más allá de mirar desde afuera es para mi sostenerme en lo que digo querer, asegurarme que me intereso en hacerme un lugar en todos los lugares en dónde digo querer estar, y eso me exige primero reconocer cada día, a cada momento, cuáles son esas situaciones en las que me permito mirar de afuera. 


Si yo me intereso en implicarme en lo que digo querer en mi vida, lo primero que tengo que hacer es hablar de eso que quiero, ponerlo en palabras, y cuando hablo de eso que quiero ante lo que me encuentro es, "la evaluación".


En estas semanas vi muchas situaciones en las que me encontré ante otros que evaluaban lo que yo estaba diciendo, situaciones laborales, familiares, con amigos, con compañeros de la escuela...y en todas esas situaciones en las que hay una evaluación, una de las cuestiones que me surje es fallar, decir algo fallido, no escucharme, decir algo que no considera lo que se venía hablando, y todas esas actuaciones que me permito son para después frenarme. Cuando fallo ante otros lo que actúo después es desaparecer, no hablar más, y no es eso lo que me y nos enseña el método.


Gracias a eso que veo, comprendo que mi psiquismo huye de las situaciones en las que otro puede evaluar lo que yo digo o hago, y eso es porque mi yo no tolera fallar ante otros.


También comprendo que en eso que actúo hay algo más, mucho más arraigado, y eso es que, si yo fallo voy a "el lugar del peor", y ese lugar es el que me demanda el Otro.


Talvez de todos los escritos que realicé en este blog hasta ahora, este es en el que elegí usar palabras más complejas, y eso es porque comprendo que a quienes les interesa seguir este blog de Enseñantes le va a interesar también aprender a leer cada vez con mayor profundidad, considerando cada vez más conceptos y herramientas que el método nos aporta para reconocer nuestros problemas y encontrar las soluciones a esos problemas.


Seguir mirando de afuera es no implicarme, y a ese no decidido por el yo es a lo que yo deseo dar Respuesta.


Con el deseo de que lo que aquí escribí le aporte a todos los lectores que deciden dedicar tiempo a leer este blog de enseñantes, y con el deseo de que eso que les aporta lo apliquen en sus vidas.


*Juan Ignacio Costoya*