De las maratones se puede obtener muchísima Enseñanza, sobre todo, porque te exigen sostenerte durante toda la actividad para llegar a la meta. No sirve solamente un impulso inicial muy rápido, y listo. Tienes que mantenerte en una constancia que el yo no puede manejar.
Desafíos así son los que ofrecen los Viajes de Enseñanza, en tanto propician una Continuidad de Momentos, de Tensión electrizante, de desafíos y oportunidades… totalmente más allá del yo. Y gracias a Momentos Borde así, ¡es posible iluminar la Vida! Por ejemplo, gracias al Viaje de Escuela reciente, recibí la Firma Diferencial de JL y una foto particularizada con él, lo cual es un logro que yo adeudaba desde hacía mucho tiempo ya.
Más aún, también conocí y viví entornos de puro lujo, encuentros inesperados, entramados de pura Magia… Mientras el resto de la humanidad baja cada vez más la cabeza ante la pospandemia, la emergencia de otra vez más virus, las catástrofes desencadenadas por las guerras…, la Escuela realmente me Aporta una Vida absolutamente brillante, y los Viajes de Escuela son compactos muy contundentes de ese mismo Brillo.
Un Momento muy diferencial del Viaje que compartimos en la terraza de un hotel de superlujo en Barcelona
Sin embargo, permitirme echar el freno cuando a mi yo se le ocurre causa estragos. Casualmente en los días finales del viaje, me quedé literalmente dormido, y por eso perdí Momentos, reboté muy fuertemente, y hasta me enfermé. El yo no soporta la Diferencia, no soporta el Crecimiento, y si ante “eso” no haces Combate Interior, los automatismos hacen lo que sea para sacarte de la Altura de un plumazo.
El problema estuvo en el desde dónde fallido desde el cual encaré toda la situación. De entrada, yo ya me había quedado dormido antes, dependí de que me llamaran a participar en Momentos diferenciales a los que yo podría haberme dirigido antes. No me interesé en ganarme un lugar propio en el Viaje, sino que me limité a ser uno más que no me dirigí a alcanzar metas particulares en el Viaje.
No es que yo hubiera desarrollado un referente propio con el cual generar los Momentos que yo quería (por ejemplo, donde hacerle preguntas a JL y llevarme sus Aportes), sino que me limité a que el otro generase los Momentos. Y por tanto, cuando di la entrada al final a las ideas caóticas de que “pues el Viaje ya concluyó, puedo relajarme”, ahí caí en la trampa (o sea, Paso 1 decidido por el yo).
Recuerden, la Oportunidad no concluye hasta que concluyó. La construcción que quieras hacer no está hasta que está. Y si eso significa que hay que exprimir hasta el último minuto y segundo del tiempo disponible, hay que hacerlo. No permitas que el yo te apague el motor cuando se le ocurra, porque, si lo haces, te genera un choque catastrófico, como densifiqué yo.