En este tiempo he estado avanzando hacia conseguir mi licencia de conducir y entonces manejar mi propio auto, cuestión respecto de la cual yo ponía todos los "no" que tira el yo sin interrogarlos, y que luego desoculté que manejar es una cuestión que me resulta Angustiante.


Ya estando más cómodo respecto de manejar, habiéndose mi yo acostumbrado un poco, esta semana durante la práctica de manejo bajé la guardia y pasé un semáforo en rojo. Mi instructor quiso minimizarlo ya que no hubo consecuencias porque el semáforo había cambiado hacía instantes, sin embargo yo decidí Angustiarme al respecto ya que yo ni siquiera vi el semáforo, ni me di por enterado, fue algo decidido totalmente por el otro en mí que yo no lo viera. 


Haciendo mi Lectura Implicativa noté que lo que me surgió es por permitirme creerme por encima de los referentes, es decir ningunear a la Terceridad, y ante eso el "vi" me puso el "no" donde se le cantó. Por no Interesarme en el Tres, quedo entre dos. Por permitirme ningunear los Referentes luego "estoy" a la suerte del otro en mí y corre riesgo directamente mí vida y la de otros.


Entiendo también que no vi la luz del semáforo... Y escalofriantemente veo la directa relación que en eso hay con haber ninguneado Oportunidades muy elevadas que JL nos Brindó de Recorrer las Leyes de la Luz... Y casualmente no vi el semáforo, lo que con la luz muestra la ley a considerar!


Gracias a lo que sí Aplicó de Método es que estoy logrando conseguir mi propio auto y además aprender a manejarlo... algo que sinceramente jamás creí que en toda mi vida ocurriría. Estaba absolutamente "decidido" a jamás hacer eso, anquilosado en no hacer ese alargue de circuito, empecinado en no crecer. En pocos meses logré juntar el dinero suficiente para comprar un auto, además de que alineé poderosamente mis afectos hacia hacerlo, cuando hasta hace tan poco tiempo era algo que directamente me generaba rechazo.


Sin embargo, "lo que no" tiene más peso, ya que el "no" que el yo pone a Recibir las Leyes de la Luz y hacerlas Verdad sigue intacto, y entonces permanezco aún en la boca del cocodrilo que puede cerrarse furiosamente en cualquier momento.


Manuel Villar Lifac