Como les decía en mi anterior entrada al Blog, por seguir el sentido del deber, mi vida tomó rumbos distintos a los que yo me imaginaba que quería...
Con el deseo de que mi relato sirva para desocultar el lazo de los paradigmas religioso y científico, es decir el sentido del "deber" con el "saber" les muestro un claro ejemplo de lo que NO hay que hacer, si quieres Crear Realidad Propia:
Siempre me gustó y me gusta disfrutar de la Naturaleza y el aire libre, a mis 18 años de edad, había terminado la escuela secundaria (o preparatoria, como le dicen en otros países) y "sabía que debía" seguir estudiando una carrera universitaria. Además de sentir la presión social, en mi familia había una tradición donde por varias generaciones ha habido profesionales de la salud, así que me resultó fácil inclinarme por ese lado (grave error).
"Estudia, estudia" me decía mi abuela "Doña Custodia", así la conocían todos, era enfermera. Ella había llegado de España a la Argentina en tiempos de la guerra y habiendo sufrido lejos de su país natal, toda la miseria de la post guerra, continuaba diciéndome: "...Porque todo lo que tienes, lo puedes perder, pero lo que sabes, nadie te lo va a quitar"
Así fue como me dejé convencer y seguí la tradición de mi familia donde claramente el paradigma religioso (el que nos dicta lo que debemos o no debemos hacer) y el paradigma de la ciencia (el saber) se dieron la mano y yo me dejé perder en esos rumbos...
Me alejé de mis ideas de estudiar ecología, de pasar tiempo al aire libre, de viajar y de la música,
para estudiar una carrera muy larga que me exigió mucho, muchísimo tiempo y estudio... Además, de que tuve que interrumpir mis estudios porque me vine a México, revalidé las materias que ya había cursado en la Universidad de Buenos Aires y me recibí de médica con mención honorífica en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), por ser "la mejor alumna de mi generación...." cuestión de la que podía haberme sentido orgullosa, pero que en realidad me avergonzaba hasta el punto de llegar a ocultarlo...de hecho, esta es la primera vez que lo digo abiertamente, lo cual no me es fácil.
Ya desde antes de terminar la carrera me había dado cuenta de que lo que a mi me interesaba era encontrar las causas más profundas de la enfermedad y el sufrimiento, pero no encontraba eco ni en mis colegas ni en los pacientes, que preferían que rápidamente les recete algún medicamento, para seguir igual...en manos de los médicos y las empresas farmacéuticas....
Muy en el fondo lo que yo quería era que no fueran necesarios los médicos...ni los fármacos...ni los hospitales... O sea que ¿para que le dedicaba mi vida a una profesión que yo misma quería que desapareciera....?
Entré en Crisis.
Si yo no ejercía mi profesión, quedaba en deuda con mi familia, particularmente con mi madre (médica también) pero si seguía en la medicina, quedaba en deuda conmigo misma.
Decidí alejarme de hospitales y consultorios, pero aún así...me volví a extraviar...sin embargo en medio de la neblina atiné a dar algunos pasos que poco a poco me acercaron al Camino de la Magia, como te voy a relatar en mis siguientes escritos...
Graciela Díaz
Puerto Morelos, Q. Roo México 24 de Julio de 2020