Hola a todos!!!


Tal como Recorremos en Enseñanza, y como José Luis Parise nos ha compartido en varias ocasiones, el Universo tiene más recursos de lo que cualquiera de nosotros suponemos. Por eso, también la forma en que el Resultado se presenta es totalmente inesperada para el yo.


En este mes de octubre lo inesperado se presentó con una forma que me ha sorprendido totalmente. Aún perdura en mí la sorpresa, luego de dos semanas. Y es que quien era mi jefe en mi laburo actual cambió de lugar de trabajo, y me ha surgido la oportunidad de ir yo al lugar de jefa, dirigiendo el equipo de trabajo que él dirigía, a los que venían siendo mis compañeros de laburo.


En mi caso, desde hace dos meses decidí ir hacia eso que me hace de límite y proponerme hacia ocupar un nuevo puesto de laburo desde febrero de 2024. Decidí que llegó el momento de afrontar eso de lo que durante años he huido: dirigir un equipo de personas. Desde febrero de 2024 surge una vacante en un lugar que me interesa, y es a lograr que escojan mi caso entre los candidatos que se presenten. De hecho, vengo realizando distintas cuestiones al respecto, ya me he reunido con quienes tienen que seleccionar al candidato, y he presentado mi propuesta. En ese nuevo puesto dirijo un equipo de 12 personas, cuestión que en mi caso es un borde enorme; porque lo que mi yo demanda por todas las vías es que dirijan otros.


Sin embargo, con lo que el entramado me ha puesto delante, desde ya dí el paso en mi laburo actual, llena de miedos y atravesando el no inicial que mi yo me tiró.


Digo que en las dos semanas más recientes, viene siendo todo un desafío dirigir un equipo de 6 personas, sobre todo operar ante lo que me demandan. Es impresionante que es la mitad del equipo que dirigiría en el otro lugar de laburo; y mi psiquismo me tira la trampa de que si atendí a la mitad, ya atendí lo que tengo que atender.


Dirigir un equipo de personas convoca sí o sí a la Enseñante en mí. En las dos semanas más recientes se han planteado discrepancias de criterios respecto a la forma de desarrollar el trabajo, y vengo teniendo que considerar las fuerzas de la situación, y que lo que pongo en juego supere lo que el equipo que dirijo espera.


Y es muy claro que dirigir un equipo de personas me pone ante la sombra en mí, me doy cuenta dónde me aferro a lo automático que me surge que es callarme, dejar para más adelante lo que tengo para decirles, a obviar poner en juego la firmeza.


Muchas veces me han aportado mis Compañeros de la Escuela E.D.I.P.O. respecto de que si no considero la firmeza, lo que sí pongo en juego resulta flojo, blandengue, que si le ubico a alguien un referente, ese referente no es tomado por el otro como tal por la forma en que lo pongo en juego.


Viene siendo todo un desafío dirigir un equipo de personas, realizar conducción en varias cuestiones, y en eso lo que no en mí me sale al cruce. Aún no me he reintegrado a las Reuniones de Enseñantes Habilitados hacia conducir en el intramuros, y noto muchísimo mi falta de entrenamiento respecto de las conducciones. Lo que no, no me sale gratis.


Gracias a todos!!