Viernes 30 de abril.
Prometí en las entradas de abril inscribir con qué y como me aferro a La Enseñanza.
En este tiempo de cuarentena. Dirección nos propicio una gran oportunidad durante el año 2020 realizar un Viaje hacia el Congreso que concluyó en marzo de este años. Fue la primera vez en la historia de la humanidad que un grupo de personas decidimos reunirnos periodicamente (una vez por semana aproximadamente) durante un año seguido a preparar lo que brindamos en el Congreso. Fue para mí la gran oportunidad de continuar produciendo y desde Enseñanza y disfrutando de cada Encuentro de Dirección quienes propician las más diferenciales y únicas enseñanzas de Nueva Era. Ante la inmensa oportunidad de exponer en el Congreso, yo me perdí de lo mejor, hacer en el Viaje mi propio Viaje Interior.
En este tiempo que continúa la cuarentena, Dirección contínua brindando oportunidades hiper diferenciales. Ahora tengo el privilegio de sumarme a un proyecto que propicia la oportunidad de hacer llegar la Enseñanza a las nuevas generaciones.
Estoy muy feliz de ser parte de ese proyecto. Desde que me enteré que estaba embarazada hace ya 7 años, se despertó en mi un especial interés que mi aporte en esta encarnación también sea aportar a las nuevas generaciones. Durante los meses de mi embarazo, empecé a tener recuerdos de mi especial sensibilidad al empatizar con los niños y niñas que están llegando a la tierra en este momento tan único y especial de la humanidad.
Ahora tengo una inmensa oportunidad, de lograr en mi lo que quiero transmitir a las próximas generaciones. Es mi responsabilidad y compromiso conmigo misma presionarme a dar respuesta a lo peor de las generaciones anteriores en mi para emanar enseñanza a las próximas generaciones.
A mi me corresponde anotar los prejuicios que causo por seguir educando a mi hijo desde el yo y repitiendo lo peor. A mi me corresponde exigirme anotar que lo mejor que le puedo brindar a mi hijo, es hacer lo que sé que debo hacer.
Agradezco a quienes leen mi blog.
Valeria.