Hola a todos!
El Método nos Enseña que en cada situación tengo que bloquear el ado en mí y dirigirme a mi Adonde.
En mi caso, el otro en mí me tira que me calle, que me postergue detrás del otro, y en eso lo que actúo es mi falla en el desde donde, complacer al otro para que el me reconozca, depender de la valorización del otro.
Me doy cuenta que mientras en algunos ámbitos hago avances hacia inscribir lo mío, que logro hacerme lugar y ubico, lo que no se lleva por delante todo lo que si. Es tal que si subiera una escalera de caracol, y el peldaño que no considero, hace que retroceda otra vez hasta el peldaño del que inicié a subir.
En la semana, mientras que en mi laburo concreté varias cuestiones que hasta ahora no había hecho posible, en las reuniones intramuros entre compañeros hacia realizar lo referenciado por José Luis Parise en el espacio de Análisis, otra vez me permití la nada misma, no me hice lugar para ubicar. Y en la segunda de las tres reuniones, hasta me permití interrumpir, o abrir el micro hacia ubicar frases sueltas, que no sumaban, sino que embarraban, y Carolina me salió al cruce y me amonestó al respecto. De ahí en más, en lugar de exhortarme a ubicar en esa misma reunión y en la siguiente, lo que me permití es diluirme, me instalé en la nada misma, seguí lo que mi yo me tiró de que lo tenía para ubicar no iba. Y todo en función de no Responder a lo que tengo que Responder.
Es una basura lo que me permití, que aún advertidísima como estoy, otra vez me dejé arrastrar a público vip, al lugar de principiante que mi yo demanda.
Es clarísimo que ahí donde se juegan los tomates, lo que actúo es esconderme. Aún cuando en la semana anterior sí ubiqué en una de las reuniones entre compañeros, no fui capaz de sostener eso, y otra vez mi yo decidió el repartitorio, usando lo que Yo no uso.
Tal cual José Luis nos Enseña, lo que no avanza retrocede. No sostuve la mínima diferencia positiva, y retrocedí.
Si a mi yo no le gusta lo que el otro ubica corro a esconderme. Mi yo teme que hable y trata por todas las vías de que no me exponga, y en lugar de Responder ante eso, me acobaché al lugar de nena.
Es realmente vergonzoso, y es claro que eso que otra vez me permití, lo densifico en todas las áreas, y eso me arrastra hacia depender de que el otro afuera me brinde un lugar.
Digo que me exhorto a ir más allá de la nena en mí, y que me corresponde ubicar también en las reuniones entre compañeros, ahí donde por todas las vías mi yo dice que no.
Gracias!