¡Hola a todos!


En esta primera entrada del año, deseo referirme a la enorme oportunidad de la vara del mago. José Luis Parise Genera luminosísimos dispositivos, hacia que de uno en uno hagamos lo que tenemos que hacer. En la escala de Viaje hacia El Congreso de este domingo actualizó el dispositivo mediante los binomios.


La vara del Mago implica que Yo esté acechante hacia responder ante lo que tengo que Responder, tanto adentro como afuera mío.


En mi caso, muy vergonzosamente, en las reuniones entre nosotros me permito autoboicotearme, pienso desde antes lo que tengo para ubicar, y cuando llega el momento de dar el paso, desvalorizo lo propio, me hago creer que no tengo con qué. Leo que no hago mi recorrido en lo sutil, no tomo posición, y la nenita en mí me lleva puesta.


José Luis ha ubicado muy claramente qué es usar la Vara del Mago, qué es dar Respuesta, y de mi lado sigo boludeando, comparándome con lo que hacen otros, justificándome que por lo que no hice antes, entonces no. Comprendo que en eso ninguneo lo que por Método tengo que considerar, que ni se trata de no considerar lo que no hice, ni por eso justificar que ya la oportunidad pasó.


Sé que tengo que considerar desde lo individual en lo grupal, que no es yo sola y listo, sino que es dirigirme al 2 impar ante el grupo, y ahora también ante mi compañera de binomio. Eso que actúo ante la shanga, ante mis aliados de Camino, es lo que me permito en toda mi vida, que por seguir a mi yo, en función de ser aceptada por el otro, lo que actúo es traicionarme a mí misma. Entonces lo que actúo está tomado por la ética de relaciones, y además, en las charlas extramuros hacia el Congreso vengo hablando de la Magia hacia tener las relaciones que queremos tener.


Por caso, en las reuniones entre nosotros en las que recorremos hacia el Congreso, varios aliados me han mostrado que me permito callarme, y que si hablo es encima de lo que ubican ellos, de tal manera que ni queda anotado lo que digo. Luego compruebo que lo que pensé en ubicar lo ubican otros compañeros, y ellos sí le ponen el cuerpo, y luego lo que hago es lamentarme.


No me separo en lo sutil de lo que me tengo que separar, y permito entonces separarme dentro de las Reuniones, actuando el polo pasivo del que tantas veces nos Advierte José Luis.


No Acuerdo con la boluda en mí, no es admisible que me quedo paralizada, mirando, sin jugármela a poner en juego lo que tengo para ubicar. Es terrible que no me presiono, que no hay donde leer mi Swami, y que de ahí en más, tal cual José Luis nos viene Advirtiendo, lo que dejo afuera es el Método.


Ubico esto acá porque mi yo tiene miedo, y ante el miedo, lo que tengo que hacer es atravesarlo.


¡Gracias!